¡Vacaciones!

Cabras
Carlos, Mayo 2024.
Doing gang shit.
Imagenes que significan.
...estás aquí...
...estás aquí...
...estás aquí...
...estás aquí...
Doing gang shit.
Sin descripción.
Sin descripción.
Muy caro por desgracia.
¿Habéis estado alguna vez en una de esas especies de complejos suburbanos que forman comunidades que tratan de publicarse y atraer turistas?. Es surrealista, más que la imagen.
De los últimos recuerdos de Bolivia. Un viaje a San Isidro y de allí a Comarapa. Una vista a un infinito camino inhóspito.
Es curioso empezar a poder contemplar una nostalgia que no te pertenece a ti; si no a tus familiares.
Si algo pudiera recordar de nuevo sin volver, sería aquella pedazo de pizza con jamón y tomate que comí. Dios mío, decir que estaba buena no es ni empezar a describir lo feliz que me hizo aquella pizza. Pensé que un resquicio que me recordara a mi vida usual en Euskadi era lo que más necesitaba, pero aquella pizza me permitió desbloquear aquella pasión por descubrir cosas en otras tierras que había escondido tras capas y capas de remordimientos. Esa pizza, man. Esa pizza estaba muy rica. A día de hoy pido pizza en muchos de los lugares a los que voy con tal de recordar o probar algo que se acerque siquiera, y con cada intento fallido crece el terror de la posibilidad de que jamás vuelva a probar aquella pizza, tanto porque ella como yo habremos cambiado.
A veces pienso que nos quedamos muy poco tiempo.
Un día de sol y un bloque de hielo de un tamaño que nunca habrías concebido a escala comercial. Un amor efímero pero tenaz en tus memorias.
Otra perspectiva del mismo río. Caí en que podría haber sido posible ir desde Concepción hasta Antequera en barco.
¡Paaancho!¡Paraguay!¡Eeeehehahaaaaaaehaehe!
A decir verdad, solo me acuerdo de mis caricias y sus amenazas. No de su nombre.
El sol se sumía rápidamente. Llega mi única salvación, y mediante un sucinto y preciso viaje en moto llegamos a la escena. Gracias, prima.
Sin descripción
Un conjunto de fotos que tomé en mis vacaciones en Paraguay y Bolivia. Me sorprendio mi ingenuidad al pensar que dos paises latinoamericanos que comparten fronteras habían de ser similares. Mirando atrás, pienso que no aproveché mi tiempo al máximo, y que podría haber aprendido mucho más de todo. Claro, que es fácil decirlo habiendo logrado olvidar una gran parte del hastío, aburrimiento, y malestar que me provocaron los constantes movimientos, condiciones y algunas veces comida, ¡jaja!.
Quería tratar de acercarme al look tecnológico abstracto aquel que tanto se utiliza en la publicidad hoy en día. En la imagen uno de mis álbumes favoritos: Flora, de Hiroshi Yoshimura...
¡Me encanta este álbum!.
Un juegazo, capaz de absorverte por decenas de horas y expulsarte ligeramente confundido pero contento con el mundo, y sobre todo contento con cómo un videojuego tan carente de complejidad en el gameplay y sus componentes es capaz de provocar tal impacto en el jugador.
No necesariamente mi marca favorita, pero es potable.
Sin descripción.
El proyector es una herramienta tan poderosa que dan ganas de usarla por doquier, tan poderosa que te duelen los ojos al usarla por momentos.
La sombra y los reflejos de unas, por lo menos.
¡Unos picross!... ¡3D!...
Sin descripción.
Qué divertido es usar el proyector. Es uno analógico que usa diapositivas. Tras investigar, descubrí que el estándar que aceptaba era de 5x5cm, y empecé a hacer pruebas imprimiendo patrones en hojas de acetato. La resolución era pésima, claro, pero para patrones que no requirieran de detalle, como bandas paralelas o un corazón, era interesante. Los colores, al provenir de impresora, eran puntos pequeños de cian, magenta y amarillo, notorios hasta cuando imprimia esos colores en específico. En fin, una luz potente lineal que amplia y enfoca un panel chiquito, ¡es tremendamente interesante!. No lo mires directamente.
¡Fuente hexagonal!. Recuerdo cuando tenía aquella pasión por esta figura geométrica. El día en el que desapareció aparecí yo.
Si te fijas bien puedes encontrar el gato que me propició a sacar la cámara.
Sin descripción.
Sin descripción.
De los pocos malos recuerdos que aún no he llegado a romantizar. Legítimamente una pesadilla de momento.
Sin descripción.
Cristales formados por disoluciones de sal y azúcar sobre filtros para café. Me hacía tanta ilusión este tipo de cosas que las enviaba por el grupo de clase.
Sin descripción.
No sé si era lo normal ser impulsivo. Tenía gustos relativamente peculiares. Unos de ellos el serantes, y el artea.
Alado del arcade (✞), ¿qué ominoso no?.
Sin descripción.
Sin descripción.
Lo cambia todo saber sobre tiempos de exposición.
Sin descripción.
Odio sacar fotos en el móvil.
Soy una persona bastante nostálgica. Eso me decía hasta hace relativamente poco; empiezo a desprenderme más y más de quien era. No desde una perspectiva melodramática, sino objetiva; y es que cada vez me entiendo un poquito menos, al yo de aquel entonces. Sé las cosas que hacía, pero el modus operandi decisional se me escurre cada vez más. Tanto que me parezco otro, en comparación. Me he planteado muchas veces la cuestión de tener un clon, qué haría y lo feliz que sería, ¿pero y tener a mi yo del pasado?. Creo que me caería muy bien, bastante bien. ¿Pero y yo a él?. No se si le contaría quién soy. O sí, por los loles.
...estás aquí...
...estás aquí...
...estás aquí...
...estás aquí...